A la tercera fue la vencida. La empresa, con la inestimable ayuda de la Generalitat, se ha salido con la suya. Hoy fue aprobado en asamblea, tras otra votación, el Plan B para la plantilla exenta del ERE con 156 votos a favor, 76 en contra y 2 en blanco. Para los 92+6 despedidos habrá una indemnización de 45 días brutos por año, con una paga lineal de 7000 € y un tope de 42 mensualidades. No se ha logrado finalmente la voluntariedad en las bajas y se ha despedido a gente que quería continuar en la empresa, quedándose otros que sí que querían marchar. A partir de ahora comienza un perídodo de incertidumbre para muchos compañeros, por lo que no se puede decir que la lucha en Frape se haya terminado, más bien al contrario, ya que también habrá que estar muy atento para ver si el actual conflicto solamente ha sido un primer paso para cerrar totalmente la fábrica en un futuro no muy lejano.
La situación era muy compleja. Llegábamos a esta asamblea después de dos encierros en planta (de 6 y 12 días respectivamente), de dormir una noche ocupando la catedral, de cortar dos días seguidos la Ronda Litoral, de realizar decenas de manifestaciones por el centro de Barcelona y de concentrarnos cientos de veces en el CEMAG, el Departament de Treball y, sobre todo, frente a la Generalitat en la Plaza Sant Jaume. Llegábamos altos de moral (no todos) pero extenuados físicamente y sin apenas dinero después de tres meses de huelga. Y llegábamos también tras abuchear a Montilla en Cornellà, en la Delegación de Hacienda, en el palacio de Justicia y en su miting de la Vall d’Hebrón con Felipe González presente. Por el contrario, hemos soportado durante más de cuatro meses el chantaje de una dirección y su forma de actuar puramente mafiosa cuando no terrorista, con provocaciones constantes como los 6 despidos o los 2 cierres patronales sufridos. Encima Mar Serna, consellera de Treball de la Generalitat, manifestaba ayer que si no aceptábamos alguno de los ultimátums cerraríamos (nosotros) todas las posibilidades de solucionar el conflicto (sic).
Con este panorama comenzaba la asamblea hoy y, después de las intervenciones del portavoz del comité y de numerosos compañeros, nos dispusimos a votar entre tres opciones:
Continuar la lucha, a sabiendas que ésta se podía alargar meses incluso años.
Ir al cierre, a sabiendas que esta opción perjudicaba a los compañeros que llevaban más tiempo en la empresa.
o Plan B, llamada opción de Continuidad, a sabiendas que obligaría a mucha gente que no quería continuar en la fábrica a trabajar bajo este plan, el cual ansiaban sobre todo y salvo honrosas excepciones, toda la V Columna de la empresa que celebraba incluso los despidos.
La opción “Continuar la lucha” se deshecha en la primera votación a mano alzada ya que no seríamos más de 10 o 12 personas los que levantamos las manos. El comité se posiciona por la opción de “Continuidad” pues ésta hacía seguir con la fábrica abierta, no perjudicaba a la gente que llevaba más años en ella y porque salía más cara a la empresa que la opción de “Cierre”.
La última votación era a elegir entre “Continuidad” o “Cierre” con los consabidos resultados expuestos más arriba.
Después del resultado agradecí estar despedido, RECONOCIENDO que continuar la lucha era quizá la elección más complicada de llevar a cabo y las otras dos eran pésimas ambas. RESPETO y me alegro por la gente honrada que quería continuar “trabajando” y que ahí estarán. Espero que se llegue a un acuerdo con la gente que va a quedar en la plantilla y que quieren salir. REPUDIO a la V Columna, chusma que se ha dedicado durante todo el conflicto a conspirar contra la asamblea. Gentuza en su mayoría con puestos de trabajo muy cómodos y bien remunerados (o con opción a inflarse de sus amadas horas extras y vivir en la fábrica casi permanentemente). Perros que ladran y nos insultan por lo bajo lo contentos que están con los despidos pues nos lo merecíamos (luego se lo echas en cara y todos, qué casualidad, lo niegan). Buitres que aparecían en las reuniones que les convenían para después desaparecer en las acciones. Estos son los grandes triunfadores de este conflicto, ellos junto claro está, el Heers, el Jiménez, el Riera, etc, etc. Ahí se pudran todos.
Que hayamos perdido no nos quita sin embargo de salir con la cabeza bien alta y con el orgullo y la dignidad de haber luchado. Considero que hemos perdido, el final ha sido una mierda y de nuevo agradezco estar en la calle. De la experiencia vivida me quedo con lo bueno (como no podía ser de otra manera): la amistad, la solidaridad, las risas y las experiencias vividas y compartidas con los compañeros que quedarán para siempre. Un saludo a todos!
LDAA, martes 22 de enero de 2008
