lunes, 28 de enero de 2008

Rubalcaba como Lombroso: el perfil terrorista.

dilluns 28 de gener de 2008, per Ràdio Klara

La universidad holandesa no admite estudiantes iraníes para evitar la construcción de bombas nucleares. Esta es la última parida en la escalada de justicia preventiva que se inauguró en EEUU con la aprobación de la Patriot Act y que tantos Guantánamo, grandes, pequeños y mediopensionistas, nos está dispensado. Una noticia en la que, por otra parte, anida un olvido y una censura. Olvida aclarar si la prohibición se extiende también a los jóvenes universitarios procedentes de Israel. Y falla en la memoria histórica al no mencionar que los sabios estadounidenses que fabricaron las primeras bombas atómicas tiradas sobre Hiroshima y Nagasaki estudiaron en selectos colegios de pago.

Los tiempos avanzan que es una barbaridad. Literalmente: una bar-ba-ri-dad. Progresamos a gatas. Hubo épocas en que nos parecían monstruosas las teorías de Cesare Lombroso sobre el genotipo del criminal nato en base a la morfología de las orejas. Luego, ya en estos pagos, vino la escuela carpetovetónica de los Vallejo Nájera y López Ibor, que establecieron sin asomo de vergüenza que los rojos eran una patología del macizo de la raza. Lógicamente esa línea de canibalismo político, ya ensayada en la Alemania nazi por los Mengele boys, llevaría inevitablemente a la Causa general franquista, la Ley de vagos y maleantes, su corolario La ley de fugas y el tiro porque me toca. Incluso ya entrada la democracia, el ministro del Interior ucedista Juan José Rosón, respondiendo sobre la posible autoría del asalto a la sede del Banco Central en Barcelona, culminaría la melonada afirmando que se trataba de “chorizos, macarras y anarquistas”.

Y aquí y ahora, su sucesor socialista, el físico que antes estuvo a cargo de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, que tiene innegable físico “lombrosoniano”, establece una última contribución al género tras la detención preventiva de otro posible “comando Dixan” en Barcelona declarando que tenían “perfil terrorista”. Lo que supone la constatación urbi et orbi de que la xenofobia y el racismo que llevó a judíos, armenios, gitanos, rojos y otras gentes de mal vivir al patíbulo tiene hoy infortunada descendencia en el innato “perfil terrorista” de la morisma. Y todo y más, ante el silencio condescendiente de la masa crítica científica, artística e intelectual, nuestra intellitgensia de retrete. La autocensura es la savia de los sistemas totalitarios y la sarna de los liberales. Regímenes con tal presión ambiental que jibarizan a sus ciudadanos -tipo Tercer Reich, Franco, el Duce, Stalin, Castro-, son los escenarios donde toda autocensura tiene asiento. Por eso, muchas democracias de quita y pon, cuando no tienen cosas mejores que publicitar, blasonan de ser los baluartes de la libertad de expresión y luego se escuecen si se les mienta su gen inquisidor.

En este país cateto y descangayado, en el que siempre tiran más dos tretas que dos carretas (ambas con r de recochineo), a veces uno se descubre avergonzado al ver surgir al policía que llevamos dentro. Que es tanto como llevarse el DNI a la boca al pasar frente a una comisaría o al intuir un uniforme.

Y no digamos nada en lo casos en que están implicadas las grandes y sagradas causas de la patria, una, grande y libre. Ahí la autocensura deviene jeroglífica y convertimos el mensaje en una tortuosa cabalgata de metáforas, analogías, circunloquios y gatillazos por miedo al qué dirán. Al fin ya cabo, arrieros somos y en el camino nos encontramos. Viene esto a cuento de algunos hirsutos discursos que tienen como eje el binomio terrorismo-nacionalismo, esa hidra de siete cabezas que sirve tanto para un roto que para un descosido, donde lo que más se entiende es lo que mejor se calla. Hay que ser un auténtico Demóstenes para hablar asertivamente del nacionalismo sin que enseguida te tilden de colega de los terroristas y su entorno, o de medrar en sus entrañas y vísceras. Y viceversa, si alguien discrepa de la homilía oficial e insinúa que para luchar contra el terrorismo no se pueden usar las armas de las dictaduras, cerrar periódicos, clausurar fundaciones, tumbar partidos o procesar a las abortistas, lo más seguro es que le llamen imbécil de baba y el mentecato pase ifso facto a integrar la lista secreta de los ciudadanos-diana.

¡Basta ya! ¿O no? Si la clase política sostiene más de lo mismo, la ciudadanía opina por boca de ganso, los medios disertan sobre los casi 40 años del Príncipe y los intelectuales andan pringados eligiendo al Rey como la personalidad más importante de toda la historia de España, ¡quién coño dará la voz de alarma cuando la casa estalle en llamas!

jornadas culturales SOV de Valencia

MARTES DIA 7-- MANI EN VALENCIA

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NO a la directiva de la verguenza